Trabajar con objetivos: una forma de motivar al personal, de ser más efectivos y de crecer profesionalmente
En esta ocasión analizamos la conveniencia de trabajar con objetivos, no sólo a nivel global de toda la firma sino también a nivel individual de cada trabajador. Además de ser una buena forma de avanzar sobre éxitos concretos, y de no desviarse de un camino previamente marcado, es un modo de trabajar que motiva a los empleados y colaboradores.
A continuación, analizaremos qué entendemos por objetivos, la forma de determinarlos, su control y revisión, y algunas barreras psicológicas que a veces impiden alcanzarlos.
La idea central
Una vez que el titular de la asesoría ha determinado y concretado su idea de empresa, dentro de ella deberá fijar unas metas u objetivos, que son imprescindibles para poder centrar la actividad de la asesoría. Si no existen, los resultados de la firma acabarán dependiendo de la buena o mala suerte, del azar o del personal, algo que no puede permitirse, a riesgo de convertirnos en una firma sin rumbo.
Un segundo paso implicará al personal, tanto a los administrativos como a los colaboradores. Se tratará de establecer sus objetivos a corto (1 mes, por ejemplo) o a medio y a largo plazo. Su determinación puede ser tanto unilateral (procedente de una decisión del titular) como bilateral. En este segundo supuesto, tanto puede ser que el profesional o empleado marque él mismo sus propios objetivos (contando con el asentimiento del titular) como que se establezcan por decisión de los dos.
DESPACHOS PROFESIONALES (CDDP)