Un respeto por los directivos que dudan
Las investigaciones que realizaron Dunning-Kruger (*) aportan una información muy valiosa para aquellos directivos que deben dirigir equipos y gestionar personas.
“Hay que apostar por las personas humildes que se hacen preguntas y demuestran inquietud profesional, porque las que solo ofrecen respuestas categóricas empobrecen la innovación”
Profesor de la UPF-BSM
Una primera lección que nos enseña este estudio, es que antes de valorar la opinión de alguien negativamente hay que considerar la posibilidad de que dicha persona no se dé cuenta de que se está equivocando porque psicológicamente es incapaz de saberlo.
¿Cuántas veces hemos estado intentando convencer o razonar con personas y que nos ha sido imposible llegar a algún mínimo consenso o comprensión?
Y eso nos lleva a otra reflexión: Los equivocados podemos ser nosotros y no ser conscientes de ello.
Estas situaciones tienen una explicación científica, existen unos “culpables”: los sesgos cognitivos. Estos errores en el pensamiento se producen por la propia forma en que nuestro cerebro procesa la información y son imposibles de erradicar. Son atajos de nuestra mente para obtener una respuesta rápida. Y en un mundo de pensamiento rápido y multitarea, han dejado de ser un recurso para convertirse en un modelo constante de pensamiento superficial que lo invade todo. Al igual que los errores de percepción visual, nuestra única forma de conservar cierta cordura y dignidad es, al menos, saber que existen para poder identificar cuando podemos ser víctimas de ellos.
DESPACHOS PROFESIONALES (CDDP)