Reflexionando sobre la relación con los clientes como estrategia de cambio e innovación en nuestro modelo de negocio
Cuando una asesoría se interroga acerca del papel (económico, social, funcional, etc.) que quiere desempeñar en el futuro, no debe formular proyectos en el vacío. Por el contrario, debe basarse en una estrategia que empieza desde la propia esencia de la firma. En el taller colaborativo que organizamos en Madrid el pasado 26 de febrero se plantearon las siguientes preguntas y reflexiones para innovar y cuestionarse el modelo de negocio de las asesorías.
En primer lugar, deberemos responder a las siguientes preguntas:
¿Qué servicios ofrecemos? ¿Cómo estamos ofreciendo nuestros servicios? ¿La prestación de nuestros servicios está perfectamente sistematizada? ¿Todos nuestros profesionales conocen igual los servicios que ofrecemos y la forma de prestarlos?
Esta pregunta nos la podemos hacer a nosotros mismos, o bien la podemos plantear a los miembros de nuestra asesoría. En todo caso, veremos cómo las respuestas nos sorprenderán, y sobre todo, constataremos que nadie tiene muy claro lo que hace.
Es cierto que cada cliente es un mundo y que «hay gustos para todos». Es cierto que estas diferencias se traducen en la existencia de pequeños matices que personalizan los servicios. No es menos cierto que estas adaptaciones redundarán en un aumento o disminución de precios. Sin embargo, y sin perjuicio de estas variables, cada servicio debería estar perfectamente delimitado.
DESPACHOS PROFESIONALES (CDDP)