Las oportunidades de mejora de los despachos profesionales
En este artículo se analizan algunos de los puntos débiles u oportunidades más comunes entre la mayoría de firmas medianas y pequeñas de nuestro país. Sin embargo, también hay que decir que en estos últimos años las cosas están cambiando bastante, observándose un cambio de mentalidad entre los socios y titulares de la firma.
Tanto si el despacho es grande y multidisciplinar (integrando economistas, abogados, graduados sociales, etc.) como si no lo es, hoy puede apreciarse una clara mentalidad empresarial en el sector, que predomina independientemente del tamaño del despacho.
Es evidente que cada firma ostenta unas características únicas que la hacen diferente a cualquier otra. Así, es posible que lo que funcione en unos casos, no sea tan efectivo en otros, y que los puntos débiles de una organización no lo sean tanto para otra. Sin embargo, sí podemos hablar de forma bastante general, basándonos en las características comunes de la mayoría, y también apoyándonos en los estudios del Observatorio del despacho profesional.
Pues bien, a continuación, enumeraremos algunos de esos puntos débiles, pero siempre pensando que su análisis responde a un deseo de corregirlos, por ese motivo también hablamos de oportunidades. Veamos cuáles son:
- Falta de mentalidad y visión empresarial en las firmas. En un sector como el del asesoramiento es muy frecuente comprobar que sus miembros, más que constituir un grupo organizado, conforman una unión de profesionales que actúan individualmente.
- Mala planificación del trabajo, tanto desde el punto de vista temporal como de productividad, eficiencia y carga de trabajo lo cual hace que:
- La gestión del tiempo sea muy deficiente al alternarse momentos de mucha presión por exceso de trabajo con otros de excesiva tranquilidad.
- No se acaben los trabajos dentro de los plazos.
- Se desperdicie muchos recursos humanos.
- No puedan darse instrucciones concretas de trabajo, porque no se hace seguimiento de expedientes en curso.
- Profesionales con mucha carga de trabajo y otros con muy poca.
- Excesivas firmas de reducido tamaño. Como consecuencia del boom de asesorías que se produjo a finales de los años 70 y principios de los 80, en la actualidad existen un número importante de firmas (90%) compuestas por uno o dos profesionales. Hay muchos que piensan que las firmas pequeñas no desaparecerán, sobretodo si están muy especializadas, constituyendo lo que se viene en conocer “Boutiques del Derecho”. Sin embargo, dadas las características actuales del sector, no puede negarse que un tamaño excesivamente pequeño puede representar un hándicap para la firma. La globalización de los servicios es difícil de asumir por un despacho minúsculo, a no ser que pase por algún tipo de alianza estratégica, o incluso constituyendo una red. Debido a esta dificultad de supervivencia no es extraño que despachos pequeños acaben fusionándose con otros, integrando alguna asociación internacional de despachos de abogados o bien siendo absorbidos por un gran grupo.En definitiva, el mínimo que suele marcarse en un despacho para que pueda sobrevivir es disponer de un equipo de 15 a 30 profesionales como mínimo (traducido en facturación estaríamos hablando de 1, 5 millones de euros a mas de 2 millones de euros).
DESPACHOS PROFESIONALES (CDDP)