La actividad comercial debe ser una rutina cotidiana en todos los despachos profesionales
Hoy en día ya nadie discute que la actividad comercial y el crecimiento son objetivos prioritarios de todo directivo que dirija una firma profesional. Unas preguntas y reflexiones que ayudan a poner foco en la necesidad de aprender a vender son las siguientes: ¿Necesito aumentar mi cifra de facturación? ¿Estoy dispuesto a invertir en la gestión comercial y recoger frutos a medio y largo plazo? ¿Tanto yo como mi organización estamos preparados para asimilar lo que comporta “la presión” de un equipo o departamento comercial?
Es posible que todo el mundo coincida en la respuesta que dé a la primera pregunta, sin embargo estoy convencido de que existirá una gran disparidad de opiniones en relación a las otras. Es decir, no todo el mundo está preparado para “aguantar” meses y meses invirtiendo sin recoger frutos, ni para digerir la dinámica de presión y exigencia que comporta tener que dar respuesta a las demandas y exigencias de un equipo comercial.
Si ya lo tiene claro, es decir, si está dispuesto a invertir en la actividad comercial, reflexione sobre las siguientes cuestiones:
- ¿Qué profesionales y/o personal desempeñará dichas funciones?
- ¿Qué tareas deberán llevar a cabo? ¿Qué planificación definiré?
Aunque no puede establecerse un criterio general, le aconsejo que se deje llevar por su intuición, y busque primero en su propia organización. Seguro que encontrará alguna persona que pueda realizar tareas de gestión y/o soporte comercial. Mi consejo es que en primer lugar busque una persona que conozca bastante bien el sector y los servicios que ofrece una asesoría y que a la vez tenga una cierta vocación comercial. A continuación que sea muy sistemático y constante, y que tenga también un buen dominio de la dinámica de las redes sociales y del marketing digital (que sea autónomo en este campo, al margen de que pueda existir personal de soporte o ayuda).
DESPACHOS PROFESIONALES (CDDP)