Invertir en formación la mejor estrategia de supervivencia de los despachos profesionales
El momento que nos ha tocado vivir se caracteriza porque todo se somete a un proceso constante de transformación. La gran mayoría de directivos del sector se quejan y lamentan que hoy en día encuentran grandes dificultades para retener a sus mejores profesionales porque sus competidores se “los roban”, y cuando intentan reemplazarlos el proceso se convierte en una autentica travesía del desierto, porque lleva mucho tiempo y con resultados inciertos.
Sin lugar a dudas, la asesoría que quiera mantenerse en el mercado compitiendo con un nivel razonable de calidad de sus servicios, ha de saber adaptarse al dinamismo general que le rodea. Sus empleados y profesionales deben estar al día de todos los cambios que se producen en su entorno, tanto jurídicos como empresariales en general. Y también debería invertir en formación como estrategia de fidelización de sus empleados para evitar que se vayan y tener siempre una cantera formada y motivada. Para ello, es imprescindible que la firma tenga definida algún tipo de política de formación.
Sirva como botón de muestra y motivo de reflexión las últimas conclusiones del último informe del Barómetro de Deloitte (julio 2022) publicado en el PAIS, sobre las dificultades que se encuentran las empresas para retener y contratar talento:
“Las empresas españolas no encuentran el talento que necesitan y que les permite ser competitivas en un mercado global. Esta es una de las preocupaciones de las organizaciones —indicadores macroeconómicos aparte— y una de las conclusiones del capítulo sobre el futuro del trabajo que aborda la nueva edición del Barómetro de Deloitte. La rápida evolución de la tecnología está provocando un déficit entre las competencias que las empresas necesitan y aquellas de las que dispone su talento. Es la obsolescencia de las capacidades de los trabajadores, cuya vida media es de 2,5 años.
Las compañías se enfrentan a problemas para dar respuesta tanto al talento externo como al interno. El 65% de los candidatos afirman haber interrumpido un proceso de selección debido a una propuesta de valor al empleado (en inglés, employee value proposition, EPV) poco atractiva. El 69% de los trabajadores dicen no estar satisfechos con la EVP y el 45% de ellos no están comprometidos con sus respectivas organizaciones. La mayoría de los responsables de recursos humanos apuntan que muchos de los motivos por los que los empleados abandonan sus trabajos se podrían haber evitado.
Así, la transformación del trabajo es una realidad que está obligando a las compañías a mover ficha. “La escasez de talento crítico en el mercado, la necesidad de mejorar la calidad del trabajo y la oportunidad de aprovechar el potencial de los trabajadores hacen que las organizaciones estén transformando los trabajos, invirtiendo en el desarrollo de su talento, mejorando su propuesta de valor y desarrollando modelos de trabajo que ayuden a atraer y vincular al talento”, señala Marta Isarria, socia de consultoría de Human Capital de Deloitte.
De hecho, tres de cada cuatro empresas afirman que ya están ofreciendo formación a sus empleados para mejorar sus competencias. Capacitar al talento interno comienza a ser clave. Y a la hora de buscar talento externo ofrecen condiciones de trabajo a tiempo parcial y flexibilidad e incrementan salarios. Sin embargo, el teletrabajo, esencial para algunos perfiles, no cuaja. El 50% de las empresas no tienen ningún empleado teletrabajando.”
DESPACHOS PROFESIONALES (CDDP)