Autoevaluación sobre la actividad comercial de una asesoría
Una vez aceptada la posibilidad teórica y abstracta de tener un departamento comercial en una asesoría, así como la conveniencia de organizarlo dentro de la propia firma, es necesario que ésta tome conciencia (en un sentido metafórico), de lo que ofrece, de su mercado (clientes actuales y potenciales), de su competencia, además de otros aspectos, tales como la actividad.
Aunque es muy posible que el titular o socios de la asesoría, cuando decidan crear un departamento comercial, tenga prisa por obtener resultados, deberá seguir los pasos oportunos. De lo contrario, corre el riesgo real de crear un gigante con pies de barro que en cualquier momento pueden romperse, y con ellos llevar al traste toda la estructura. Aunque esto que decimos es aplicable a las empresas que ofrecen productos, éstas al menos pueden apoyarse en algo tangible.
El primer paso para implantar un departamento comercial con una cierta solidez es que la firma tenga muy claro lo que tiene, lo que quiere, qué está dispuesta a hacer y hasta dónde quiere llegar. Es decir, ha de responder a las siguientes preguntas:
- ¿Quiero que mi firma crezca?
- ¿Hasta dónde quiero que crezca?
- ¿Estoy preparado para asumir este crecimiento, y sobre todo los gastos iniciales que éste trae consigo? ¿Y mi plantilla?
Suponemos que sí, que quiere que su firma crezca, y que por tanto está preparado para hacer el salto hacia delante. Y si además desea implantar un departamento comercial, le invitamos a que siga el camino que le vamos a proponer. En algunos casos, es muy posible que esté muy por delante de lo que le indicamos, y en cambio, quizás en otros deba partir de cero. Sea como sea, pretendemos que haga un repaso de todos los aspectos que a continuación le indicamos.
Autoevaluación sobre la actividad comercial
Para ayudarles en esta labor, a continuación, les presentamos un cuestionario, que puede servirles de hilo conductor para que ustedes mismos puedan auditarse.
De los servicios que ofrecemos y misión
Todas las asesorías tienen un fin o una razón de ser, pero lo importante es que todos sus miembros tengan muy claro cuál es y que esté definido de forma escueta pero muy profunda. Es decir, en ella han de aparecer todos aquellos elementos fundamentales que permiten diferenciarla de otras firmas del mismo sector. Sólo si está clara esta idea, podrán ofrecerse los servicios de forma que aparezcan con una cierta entidad propia, y diferenciados de los que ofrece la competencia.
Si un despacho quiere determinar su misión debe conocer:
DESPACHOS PROFESIONALES (CDDP)