Algunas reflexiones sobre el crecimiento de una firma profesional
Imaginemos un despacho pequeño, con unos siete u ocho abogados, además del titular y del personal de administración. Se trataría de una firma con buenos y fieles clientes que, teniendo en cuenta su dimensión, factura unas cifras de ingresos muy regulares y estables año tras año. Los beneficios del titular son importantes y los sueldos de los profesionales también. La calidad del servicio es muy buena, el prestigio cada vez mayor y, como hemos dicho, la rentabilidad también. Sin embargo, a pesar de esta bonanza, las dudas se ciernen sobre el titular: ¿le interesa crecer o se encuentra cómodo como está, pudiendo controlar perfectamente la situación?
Para responder sin titubeos a este interrogante es fundamental tener muy claro el proyecto vital que se quiere. Pero tener estas dudas es más que razonable. Sobre todo porque, a menudo, el crecimiento, a veces en nuestro sector, se produce por inercia, sin un plan predefinido y corriendo el riesgo de perder el control de la situación.
Dice Peter Drucker: «El mayor problema de una empresa es el crecimiento, o sea, el paso de una dimensión a otra mayor. ….ya que con frecuencia la gerencia y la dirección siguen dirigiendo la empresa sin adaptarse a la realidad de una empresa grande.» El tamaño afecta de forma vital a la estructura de la dirección o gerencia. Exige la aplicación y comprensión de determinadas reglas y principios, concede una mayor importancia al aspecto de la organización, implica el establecimiento de objetivos claros y concretos y la asignación perfectamente definida de responsabilidades.
Como vemos, que un despacho crezca con éxito dependerá fundamentalmente de la actitud, del comportamiento y de la voluntad de cambio de los titulares. Asimismo, también será clave el equipo humano que acompañe a la firma en todo el proceso de crecimiento. En este sentido, no siempre aquellos profesionales que funcionaban bien en el despacho pequeño se adaptan a una organización mayor. Por ejemplo, no es lo mismo dirigir un gran departamento que otro más pequeño. Se necesitan otras aptitudes, que pueden adquirirse o no. Pero, en todo caso, sería positivo que desde la titularidad se contemplaran estas necesidades.
DESPACHOS PROFESIONALES (CDDP)