Sin lugar a dudas, tal como hemos indicado en otras ocasiones, para saber si las cosas van bien en nuestra asesoría, tanto desde el punto de vista económico como de los procesos marcados, es fundamental establecer algún tipo de control.
Para conocer el grado de riesgo al que está expuesta nuestra firma y su nivel de cobertura, es preciso saber cuáles son estos riesgos. Para ello, debemos efectuar una auditoría actuarial interna.
El manual interno es una potente herramienta de gestión que está al alcance de todo tipo de asesorías, dado que puede ser más o menos complejo. Podemos encontrar desde aquél que contiene cuatro normas básicas, hasta el más elaborado. Las ventajas que reporta son innegables, pues no sólo contribuye a mejorar los procesos internos, sino también a ordenar un poco las propias ideas. Todo despacho, sea pequeño o mediano, debería tener un Manuel interno.
Vincular el equipo de profesionales y colaboradores a la firma es una de las claves de gestión de las asesorías y despachos. Y el reto a conseguir es doble: integrar (y por tanto retener a los profesionales) y potenciarlos motivándolos para que aporten lo mejor de sí mismos en coherencia con la cultura de la firma.
En una firma las personas que suelen llevar la gestión del día a día de una firma son el gerente o socio director, los responsables de área y el director administrativo de la firma. Analicemos sus funciones.
Hace más de 28 años cuando Michael Hammer introdujo en el mundo de las empresas el concepto de reingenieria. Este concepto planteó la necesidad de repensar la forma en que las empresas estaban estructuradas y dirigió a las mismas a organizarse alrededor de sus procesos (secuencias de actividades que generan valor) en lugar de organizarse alrededor del organigrama jerárquico.
La organización eficaz, ya lo hemos dicho en muchas ocasiones. Abarca desde la buena gestión del tiempo, hasta la gestión documental, el trabajo por procesos, o incluso el orden físico. Todo ello contribuye a que se pueda desarrollar el trabajo con una sensación de orden interno. De lo contrario, en la medida que vas acumulando tareas no resueltas se multiplica la sensación de ineficacia, ansiedad y cansancio.
Los empleados comprometidos con la organización y satisfacción de su trabajo garantizan un mejor rendimiento, y por tanto, una mayor contribución a los resultados.