¿Un CEO en mi firma?
Esta es una cuestión que 10 o 15 años atrás nadie se lo planteaba, y posiblemente todavía muchos titulares o socios de despachos lo vean como algo muy alejado de su realidad y de su día a día.
Es el caso de los pequeños despachos donde el titular tiene que lidiar en todos los frentes; asesorar a clientes y a la vez tomar decisiones en la gestión del despacho. En esta segunda faceta entran cuestiones tales como planificar el trabajo del personal, saber delegar, invertir en tecnología, finanzas de la firma, crecimiento y marketing entre otras muchas cuestiones. Como se puede observar es una tarea que a muchos titulares y socios no les gusta o no se sienten preparados para asumirla. Hasta la fecha han podido compatibilizarlo, pero en el futuro opinamos que si queremos competir y crecer será muy importante saber gestionar nuestra firma como una autentica empresa. Lo hemos podido comprobar en muchas firmas que conocemos, que en una sola generación han sido capaces de alcanzar cifras superiores a los 5 millones de euros. Muchos se preguntarán; ¿Este crecimiento y evolución como ha sido posible? La clave y el cambio real, es porque el fundador en un momento determinado tomo la decisión de convertirse en director general o CEO, y renuncia a destinar la mayor parte de su tiempo a llevar clientes. Esa decisión es lo que cambio la historia de esas firmas. Así de sencillo, así de difícil.
Las preguntas claves
DESPACHOS PROFESIONALES (CDDP)