¿La gestión del conocimiento ha existido siempre?
Seguramente a estas alturas todos hemos oído hablar del término Gestión del Conocimiento. Concepto que ya lleva muchos años de moda, pero no por la novedad de lo que sugiere, sino por la avalancha de diferentes teorías sobre los intereses económicos y de marketing que incorpora el concepto (GP), y que afecta a todos las empresas de cualquier sector económico. Ya nadie discute que la GP debería importar a todos los directivos pertenezcan al sector que pertenezcan, sea del mundo de los servicios, logística, fabricación, distribución..y lógicamente debería importar todavía mucho mas a un despacho profesional, cuyo activo principal que vende es precisamente “el conocimiento”.
LA MADUREZ DE LA GESTIÓN DEL CONOCIMIENTO (GC) EN LOS DESPACHOS PROFESIONALES
Esta “nueva” disciplina que ahora parece triunfar y extenderse a cada vez más empresas, en cierto modo podríamos decir que ha existido siempre, que no es algo estrictamente nuevo. El conocimiento se ha gestionado siempre, ya sea en las empresas, en el mercado, en facultades, en grupos de conocidos, o si descendemos hasta el último escalón de la jerarquía, en uno mismo. Por eso podemos decir que la gestión del conocimiento empieza en el propio ser humano.
Si nos trasladamos al ámbito de las asesorías, lo cierto es que en la actualidad ya es evidente y existe una mentalización sobre la importancia del conocimiento dentro de su organización, al considerarlo como uno de sus activos más valiosos. La verdad es que, tal como hemos indicado, el conocimiento siempre se ha gestionado de un modo u otro. En los despachos, la información sobre los clientes se archivaba de una forma más o menos rudimentaria, y las bibliotecas estaban al alcance de todos. Además, el pasante venía a aprender, y normalmente no cambiaba de firma en toda su vida. De padres a hijos se pasaban el oficio, así como el conocimiento. Sin embargo, estamos hablando de pocos empleados, los cuales mientras tomaban un café o volvían andando a casa, comentaban cuanto había ocurrido a lo largo de la jornada. Por otra parte, las carteras de clientes eran reducidas, y el tipo de cuestiones que se planteaban eran más o menos repetitivas o comunes. A todo ello hay que añadir que internet y la internacionalización de los despachos era “ciencia ficción”, apenas existían. Esto hoy en día ha cambiado sobre todo por la revolución de internet y por la transformación digital que están viviendo todas las empresas del mundo y la sociedad en su conjunto.
DESPACHOS PROFESIONALES (CDDP)