La importancia de los grupos de trabajo es incuestionable, pero no siempre se conoce la mejor forma de crearlos. Nadie nace sabiendo trabajar en grupo, y por eso es necesario un periodo de formación y adaptación al nuevo estilo de trabajo. Evidentemente que siempre se puede crear un equipo sin pensárselo mucho, pero el riesgo de que no funcione bien es enorme.
¿Es suficiente para que un equipo funcione bien unos objetivos claros, un líder capacitado y unos participantes preparados?
Eso es importante, pero lo es más fomentar de entrada la participación de todos los miembros, para lograr con ello su motivación, potenciar su creatividad y mejorar su productividad.
Para crear un buen equipo nosotros proponemos seguir los siguientes pasos:
A pesar de la exposición que acabamos de hacer, una vez superadas estas etapas el equipo ha de plantearse continuamente su necesidad de cambios y de mejora.
Un equipo ha llegado a su madurez cuando sus miembros dejan de experimentar la necesidad de autoafirmarse. El lugar que tiene cada uno está claro. Cada cual tiene su papel, y se siente valorado. No se trata en absoluto, de perder la propia identidad, ni de dejar de lado las aspiraciones personales. Por el contrario, cuando el equipo funciona, sus integrantes pueden ver con claridad que su pertenencia a él proporciona también un crecimiento personal.
DESPACHOS PROFESIONALES (CDDP)
Recursos Humanos