¿Qué entendemos por cadena de valor? La cadena de valor en un despacho profesional es el conjunto de actividades que se realizan de forma coordinada para entregar valor al cliente: desde el primer contacto comercial hasta la entrega final del servicio, pasando por procesos técnicos, atención, seguimiento, control de calidad, etc.
En palabras de Enrique Quemada, “si haces las mismas actividades de la misma manera que tus competidores, obtendrás los mismos resultados”. Y esto es exactamente lo que ocurre hoy en muchos despachos: estructuras parecidas, procesos calcados y propuestas de valor casi idénticas.
Esquema básico de la cadena de valor en un despacho profesional
Captación
Diagnóstico
Ejecución técnica
Comunicación
Control y seguimiento
Valoración final del cliente
Hazte las preguntas esenciales. ¿Los clientes que percepción tienen?
Desglose práctico:
- Captación de clientes: marketing, recomendaciones, eventos, etc.
- Diagnóstico inicial: reuniones, recogida de información, análisis preliminar.
- Ejecución técnica: confección de impuestos, nóminas, contratos, contabilidad, informes.
- Comunicación continua: respuesta a consultas, envío de información, reuniones periódicas.
- Control y seguimiento: cumplimiento normativo, auditoría interna, calidad.
- Valoración final del cliente: percepción del servicio, satisfacción, renovación del contrato.
¿Qué es la “comoditización” y por qué es una amenaza?
Comoditización significa que tus servicios dejan de percibirse como únicos o diferenciados, y se ven como “más de lo mismo”. En este escenario, los clientes solo comparan precio.
¿Por qué se da esto en los despachos?
- Todos ofrecen lo mismo: renta, contabilidad, fiscal, laboral…
- No se visibiliza el valor real que aportan (anticipación, planificación, seguridad jurídica…).
- Se prioriza la eficiencia operativa sin rediseñar la propuesta de valor.
Cuando esto ocurre, se entra en una guerra de precios, los márgenes se deterioran y se pierde el poder de negociación con los clientes.
Gráfico: Comparativa entre un despacho diferenciado y uno “comodotizado”
Aspecto | Despacho “comodotizado” | Despacho diferenciado |
---|---|---|
Propuesta de valor | “Presentamos tus impuestos” | “Te ayudamos a optimizar tus impuestos” |
Comunicación con el cliente | Reactiva | Proactiva |
Herramientas | Excel, email | CRM, portales de cliente, automatización |
Valor percibido | Bajo | Alto |
Precio | Sensible, a la baja | Justificable, premium |
Fidelización | Volátil | Estable |
Recomendaciones prácticas para evitar la “comoditización”
- Rediseña tu propuesta de valor: haz visible lo que te hace distinto. No vendas el “servicio”, vende el resultado.
- Segmenta y especialízate: no trates igual al autónomo que a una empresa familiar con 15 trabajadores.
- Diseña una cadena de valor única: simplifica procesos que no aportan y potencia actividades que sí marcan la diferencia para tu cliente.
- Invierte en tecnología útil: que automatice tareas repetitivas y libere tiempo para aportar más valor.
- Comunica mejor tu impacto: haz informes claros, resúmenes visuales, sesiones de revisión anuales.
- Forma a tu equipo en consultoría, no solo en técnica: un buen asesor hoy escucha, propone y guía.
Conclusión
La solución no está en trabajar más o en bajar precios. Está en redefinir el modelo: entender a quién sirves, qué valora realmente ese cliente y cómo puedes estructurar tu despacho para entregar ese valor de forma única y rentable. En un mercado saturado, el despacho que se diferencia es el que sobrevive, crece y fideliza.
DESPACHOS PROFESIONALES (CDDP)
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