CARRITO

No saber delegar: un problema para las firmas que quieren crecer y ser grandes

Jordi Amado Guirado
Jordi Amado Guirado
19/09/2023

En este artículo, se analiza una de las limitaciones más frecuentes en las asesorías, que de una forma u otra han de corregirse. Nos referimos a la infradelegación o falta de delegación, cuyas consecuencias son, entre otras, una menor rentabilidad y una clara limitación a la hora de crecer. Aunque es cierto que existe la tendencia a creer que nadie hace las cosas mejor que uno mismo, hemos de intentar apartar estos pensamientos, y confiar en la gente que se encuentra en nuestro entorno. Sólo así conseguiremos evolucionar (a nivel personal) y dejar que nuestra firma crezca.

No saber delegar: un problema para las firmas que quieren crecer y ser grandes

A continuación, analizaremos las distintas cuestiones que pueden quedar afectadas por una falta de delegación: 

1. Rentabilidad

Por definición, la infradelegación sistemática significa que la firma tiene un sistema de producción de alto coste: le cuesta más llevar a cabo un proyecto de lo que le costaría si utilizara un personal menos cualificado, pero preparado para realizarlo con calidad.

2. El desarrollo de la capacidad personal y general de la firma

Teniendo a gente de mayores sueldos (por tanto, mayor coste para la firma) realizando tareas menos cualificadas, la firma pierde la posibilidad de que tanto los profesionales que no delegan como los júniores aumenten y mejoren sus habilidades. Además, esto acaba repercutiendo en la cualificación general de la firma.

3. Moral, motivación, satisfacción y emoción

Si existe la infradelegación, es decir, se aplica una dinámica de ceder o delegar a los juniors responsabilidades adicionales a un ritmo inferior a lo que son capaces de asumir con una buena formación y supervisión, el resultado será una falta de estímulos y de motivación.

Es la tormenta perfecta para que los juniors mas valiosos se vayan de la firma.

4. Poca visión de futuro

Por último, pero no por ello menos importante, la infradelegación provoca que los profesionales más cualificados, y el propio titular, desatiendan tareas muy cualificadas (y muy valoradas) que tienen una importancia fundamental para el futuro éxito de la firma. En la mayoría de los casos argumentan que están demasiado ocupados.

¿Demasiado ocupados haciendo qué? Si en un 50% de su tiempo están demasiado ocupados haciendo cosas que, con la formación apropiada, otra persona con la mitad o dos terceras partes de su salario podría hacer, es evidente que se está haciendo un mal negocio.

Conclusión

Los socios o directivos que no saben delegar son un obstáculo para el crecimiento de sus firmas. No hay futuro.

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Jordi Amado Guirado

Socio fundador y director de Amado Consultores. Licenciado en Económicas por la Universidad de Barcelona (UB). Economista miembro del Colegio de Economistas de Cataluña y del Registro de Economistas Asesores Fiscales (REAF). Lleva más de 25 años asesorando y colaborando con despachos profesionales (asesorías y firmas de abogados) y con empresas vinculadas al sector profesional (Mutuas, Compañías de Software, Editoriales, Entidades financieras, Colegios y Asociaciones profesionales). Ha escrito y publicado numerosas obras y artículos sobre gestión y dirección de despachos, en total más de 15 obras y más de 150 artículos en prensa y revistas del sector.

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