En este artículo, se analiza una de las limitaciones más frecuentes en las asesorías, que de una forma u otra han de corregirse. Nos referimos a la infradelegación o falta de delegación, cuyas consecuencias son, entre otras, una menor rentabilidad y una clara limitación a la hora de crecer. Aunque es cierto que existe la tendencia a creer que nadie hace las cosas mejor que uno mismo, hemos de intentar apartar estos pensamientos, y confiar en la gente que se encuentra en nuestro entorno. Sólo así conseguiremos evolucionar (a nivel personal) y dejar que nuestra firma crezca.
A continuación, analizaremos las distintas cuestiones que pueden quedar afectadas por una falta de delegación:
1. Rentabilidad
Por definición, la infradelegación sistemática significa que la firma tiene un sistema de producción de alto coste: le cuesta más llevar a cabo un proyecto de lo que le costaría si utilizara un personal menos cualificado, pero preparado para realizarlo con calidad.
2. El desarrollo de la capacidad personal y general de la firma
Teniendo a gente de mayores sueldos (por tanto, mayor coste para la firma) realizando tareas menos cualificadas, la firma pierde la posibilidad de que tanto los profesionales que no delegan como los júniores aumenten y mejoren sus habilidades. Además, esto acaba repercutiendo en la cualificación general de la firma.
3. Moral, motivación, satisfacción y emoción
Si existe la infradelegación, es decir, se aplica una dinámica de ceder o delegar a los juniors responsabilidades adicionales a un ritmo inferior a lo que son capaces de asumir con una buena formación y supervisión, el resultado será una falta de estímulos y de motivación.
Es la tormenta perfecta para que los juniors mas valiosos se vayan de la firma.
4. Poca visión de futuro
Por último, pero no por ello menos importante, la infradelegación provoca que los profesionales más cualificados, y el propio titular, desatiendan tareas muy cualificadas (y muy valoradas) que tienen una importancia fundamental para el futuro éxito de la firma. En la mayoría de los casos argumentan que están demasiado ocupados.
¿Demasiado ocupados haciendo qué? Si en un 50% de su tiempo están demasiado ocupados haciendo cosas que, con la formación apropiada, otra persona con la mitad o dos terceras partes de su salario podría hacer, es evidente que se está haciendo un mal negocio.
Conclusión
Los socios o directivos que no saben delegar son un obstáculo para el crecimiento de sus firmas. No hay futuro.
DESPACHOS PROFESIONALES (CDDP)
Estrategia