En el mundo profesional, y en concreto en las firmas profesionales, es frecuente expresiones del tipo; “Este profesional es un navegante” o “Este profesional es un crack” o lo que es lo mismo es un “Dinamo”. David Maister profundizó mucho en las diferentes etapas que se suceden en la vida de un profesional, y utilizó los términos “Navegantes” y “Dinamos”. ¿Qué diferencias existen entre ambas categorías? Lo intentaremos explicar a continuación;
David Maister establecía la siguiente definición;
“Eres dinamo si tienes la misma actitud ante tu trabajo que si estuvieras a mitad de camino de tu carrera profesional y con un objetivo. Como dinamo, siempre tendrás un plan estratégico personal, con una meta para la que trabajarás apasionadamente. Los dinamos siempre están trabajando para aprender algo nuevo, y continuamente añaden a sus habilidades conocimientos nuevos. No paran de trabajar en áreas nuevas y de afrontar continuos desafíos”
Los Dinamos buscan la manera de ir dejando de lado los trabajos repetitivos y rutinarios (cediendo sus tareas “repetitivas” trabajo de clientes a otros de la firma) aunque lo hagan a la perfección. Su punto de vista es:
“Aunque pueda ser yo la persona más hábil para esta tarea, la he hecho demasiadas veces. Necesito encontrar a otra persona que la haga – sin comprometer los intereses de mis clientes – para que yo pueda seguir mi camino y encontrar otras cosas más desafiantes y emocionantes.”
Ser Dinamo no es una cuestión puramente de marketing y desarrollo de clientes, aunque en estas facetas puede ser un profesional tremendamente efectivo.
La otra categoría que utiliza Maister es la de “Navegante”, por definición, no significa que seas un perdedor. Los navegantes son profesionales muy competentes y brillantes, que trabajan duro, hacen bien el trabajo y cuidan de sus clientes. Puntualmente cumplen cada semana y “hacen sus deberes y trabajos” (por ejemplo; Redacción de recursos ante la Administración Tributaria). Luego, la semana siguiente se presentan y vuelven a “hacer los mismos trabajos y tareas.” Después se presentan la semana siguiente y, una vez más “hacen los mismos trabajos”. Muy probablemente, que sus “trabajos” sean buenos y de una gran calidad. De hecho, todos los miembros de la firma saben que si tienen que hacer un trabajo de determinadas características (redactar recursos) deberían acudir a esta persona. ¡Todos saben que son muy buenos ejecutando este tipo de trabajos! No obstante, son Navegantes y no Dinamos. No se dirigen a ninguna parte. No trabajan para aprender cosas nuevas, sino que los Navegantes se ganan bien la vida (por el momento) con sus habilidades actuales. No están trabajando para ampliarlas. Tienen un empleo y no una carrera.
Hay que tener en cuenta que la categoría de Navegante no implica que uno sea mal trabajador o un incompetente. Al contrario: navegar es sinónimo de un trabajo de dedicación y de mucha calidad. Todos navegamos durante una parte del tiempo; la tentación para hacerlo es enorme. Navegar significa trabajar en algo en que ya destacas, y en consecuencia normalmente significa una vida laboral cómoda y con poco estrés. Además, es más fácil ser contratado por algo que ya sabes hacer, que captar trabajo que te promocione.
No obstante, está igualmente claro que un profesional no puede navegar para siempre. Si las únicas cosas en que trabajas son cosas que ya sabes hacer, tarde o temprano se te adelantará alguien más joven que aprenderá hacer lo mismo que tú, y que probablemente estará dispuesto a hacerlo por menos de lo que tú cobras. Una clave para el éxito es encontrar la manera de navegar (si lo vas a hacer) sólo ocasionalmente y para periodos cortos.
Curiosamente en la mayoría de firmas profesionales el 70% u 80% de sus profesionales son Navegantes. No es un problema si existen unas directrices a no dejar que esos profesionales se acomoden en sus zonas de confort y no evolucionen. El problema que hay que resolver no es de posicionamiento de marketing, segmentación o propuestas valiosas. Lo primero que hay que tratar es si los navegantes (no olvidemos que la mayoría de profesionales están en dicha categoría) tienen la energía o el valor suficientes para luchar y conseguir niveles de éxito superiores a los que ya hayan alcanzado.
La cuestión central para todos los profesionales no es el nivel de éxito que tienen ahora mismo, sino si están dispuestos o no a luchar por otros mayores.
DESPACHOS PROFESIONALES (CDDP)
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