Pensando en la recuperación. ¿Qué cosas estamos haciendo de diferente modo o nuevas?

Predecir el futuro, a veces es un ejercicio inútil, que no aporta nada nuevo. El desafío estratégico para las firmas profesionales no es predecir el futuro, sino asegurar que tengan capacidad de adaptarse, o responder de otra manera, a los cambios ya visibles, sean cuales sean.

Analicemos, por ejemplo, esta lista de iniciativas, y preguntémonos cuántas firmas han hecho lo siguiente:

• Responder a la guerra de precios mediante el diseño de métodos de trabajo (asesoría y gestión online) que permitan ofrecer unos servicios de la misma calidad, pero con un coste inferior para la firma.
• Desarrollar un plan de formación para ayudar a nuestra gente a mejorar sus habilidades de asesoramiento, y que a la vez sirva para desarrollar más negocio para la firma.
• Implementar efectivamente soluciones y herramientas tecnológicas que suponga un valor adicional para los clientes (App, portal del cliente, información en línea.).
• Crear un programa de especialización en Social Media (LinkedIn, videos, podcast…)  con un alto porcentaje de profesionales comprometidos con aportar contenidos de sus experiencias y conocimiento.
• Ampliar la gama de servicios o especialidades bien con personal interno a través de un plan de formación, o bien buscando alianzas con profesionales externos.
• Responder de forma efectiva a la necesidad de los clientes con una propuesta global de servicios, mediante una coordinación de los distintos departamentos a través de un plan de venta y desarrollo de negocio.
• Diseñar y pensar en un nuevo modelo de búsqueda y selección de personal que sirva de cantera para hacer frente a la marcha de profesionales con gran o más experiencia tentados o captados por firmas más grandes.

¿Conocemos a muchas firmas que hayan puesto en marcha todas o algunas de estas iniciativas?

La mayoría de las firmas probablemente hayan hecho algo en estas áreas, pero pocas lo habrán planteado como algo global y vital para su supervivencia. El problema o excusa siempre es la misma; “Las tareas del día a día de la firma absorben nuestro tiempo y esfuerzos, por lo que al final no acabamos nunca de realizar una implementación exitosa de las iniciativas o cambios planificados”.

Mientras tanto, unas pocas firmas con un fuerte y comprometido liderazgo lo consiguen, y cada vez se hacen más grandes y mejores empresas.