Muchas veces me pregunto porque una firma que se fundó hace apenas 15 o 20 años, y en una sola generación, ha sido capaz de convertirse en una organización con más de 80 empleados, y en cambio otras con los mismos servicios y oportunidades, en el mismo ámbito geográfico, y con la misma antigüedad, tan solo tienen 5 o 10 trabajadores. Me he preguntado muchas veces por los motivos; ¿ha sido por una cuestión de suerte, de mucho trabajo, de disponer de recursos económicos en los inicios, o de buenos contactos…?
No basta con cumplir lo mejor que uno puede, hay que lograr hacer lo que es necesario
Algunos de estos factores han podido tener una cierta influencia, pero siempre digo lo mismo, y con los años cada vez estoy más convencido. El motivo de que unas firmas hayan conseguido ser una gran organización, y en cambio otras no lo hayan conseguido, es porque en el primer caso sus fundadores tuvieron claro desde el inicio que querían sobretodo, y por encima de todo, crear una empresa o un proyecto empresarial, donde los clientes estuvieran vinculados a una organización o marca, y no a una persona o a un profesional. En cambio, las segundas, después de 20 años, están donde están, porque posiblemente sus fundadores lo que querían principalmente era ser asesores, tener la confianza de sus clientes, y nunca han querido, o no han sabido, renunciar a dejar de ser los asesores de sus clientes. ¿Es mejor un modelo que otro? Para nosotros no existe una respuesta definitiva y única, pues dependerá de lo que cada uno haya elegido como opción a la hora de planificar su carrera profesional, y de las decisiones que haya tomado a lo largo de las diferentes etapas que conforman una carrera profesional.
La cuestión esencial, y ahí está nuestra principal reflexión, es que los primeros, es decir los fundadores que han sido capaces de crear una gran organización o empresa, es porque en algún momento de su trayectoria profesional tuvieron la visión y la valentía de renunciar a ser asesores, para dedicar su tiempo y energía a dirigir una organización. En cambio, los segundos, es porque no han querido, o no han sabido dejar de ser asesores. Este hecho nos guste o no, tiene una importancia capital en el desarrollo y en el crecimiento de una organización.
Si todo nuestro tiempo lo dedicamos íntegramente a asesorar a clientes, será muy difícil que podamos dirigir una firma y hacerla crecer
Dirigir, ser directivo, no es fácil, es una tarea que implica tomar decisiones e invertir mucho tiempo en el personal, en el crecimiento, en tecnología, en organización y cada vez mas en innovación. En definitiva, si queremos que nuestra organización evolucione se tiene que dirigir o liderar, esa labor alguien debe hacerla, lo pueden hacer los mismos socios y/o fundador, o se contrata a alguien que este especializado en dirigir empresas.
Nuestro consejo
Si al final quiere impulsar un cambio en su firma, y decide que ha llegado el momento de intentar convertir su organización en una auténtica empresa, le recomendamos que establezca con usted mismo un compromiso de calidad y profesionalidad.
Sea profundo no se quede en la superficie, sea profesional en su acción diaria, en su planificación, ejecución y evaluación. Organice las etapas de crecimiento del negocio con mucho detenimiento. Prepárese, nadie nace sabiendo, usted no es la excepción, tiene que estudiar y capacitarse, no se quede con lo que se le ocurre, contrástelo a fondo, con personas de su confianza, con clientes o con consultores externos.
Esté atento a las oportunidades de su sector y otros sectores. Si investiga constantemente, y tiene curiosidad por otros sectores, encontrará que siempre existen oportunidades e iniciativas que podrá adaptar para su organización.
Capacítese constantemente. No es necesario hacer cursos todas las semanas sino estar al día en las tendencias del mundo de la empresa y del sector. Esta capacitación no necesariamente es formal, sino que puede obtenerla leyendo la prensa, revistas empresariales o libros de gestión y dirección de empresas.
Lo más importante, concéntrense en la acción y en los resultados
No se quede en la planificación y en la parálisis de la reflexión, eso no es suficiente. Comprométase a trabajar cada día por lograr sus objetivos.
DESPACHOS PROFESIONALES (CDDP)
Recursos Humanos