Los pequeños y medianos despachos cada vez son más conscientes que necesitan cambiar su modelo retributivo. La actual crisis económica les ha obligado a cuestionarse el sistema que venían aplicando. En general, salvo excepciones, podemos afirmar que el sistema ha sido muy conservador, o quizás para ser más sinceros también podemos afirmar que objetivamente no ha existido una política retributiva basada en criterios empresariales.
¿Por qué se ha llegado a esta situación? Básicamente por una razón; porque la mayoría de socios y titulares han preferido “no dirigir” sus despachos. Aplicar un modelo retributivo acorde a los objetivos de crecimiento y productividad de sus profesionales significa tomar decisiones difíciles, y no todo el mundo está dispuesto a tomarlas, aunque muchas veces no queramos reconocerlo. Pues al igual que ocurre con los precios de los servicios, quizás una de las cuestiones más complicadas en materia de gestión de despachos sea la retribución de sus profesionales.
¿Quién debería cobrar más, el profesional que es más creativo en el asesoramiento o el que aporta más clientes? ¿El que enseña y ayuda a formar a sus compañeros más jóvenes o el que trabaja más horas facturables? ¿El profesional que lidera un departamento consolidado o el pionero en una nueva especialidad?
Es evidente que el “arte de remunerar” es una materia difícil de dominar, se requiere una especialización y mucha experiencia. No obstante, insistimos que merece la pena intentarlo. Para nosotros es un gran error dejarse llevar por la comodidad y la rutina del “mejor no tocar nada y continuar como siempre”, aunque implique el tener que cambiar todo el modelo de dirección del despacho que hasta la fecha se ha venido aplicando.
Por las experiencias vividas y por los proyectos en los que hemos participado puedo asegurar que aquellos despachos que han tenido la valentía de innovar en su sistema retributivo, son despachos que también han conseguido crecer en facturación y en rentabilidad en muy poco tiempo. La clave es que son despachos cuyos socios o titulares se han atrevido a DIRIGIR con mayúsculas.
Aprendamos de estos años de crisis y seamos atrevidos, pues esta en juego la supervivencia de nuestras firmas.
DESPACHOS PROFESIONALES (CDDP)
Recursos Humanos